jueves, 1 de noviembre de 2012

INVERTIR EN MINAS

Antes que una mina llegue a funcionar el terreno en el cual se explota el minera ha recibido diversas inversiones, algunas de las cuales pueden ver su retorno mucho antes de que se extraiga mineral. Es posible encontrar en el mercado personas que dicen vender "minas", pero por lo general lo que están vendiendo son concesiones o yacimientos con diferentes niveles de estudio. Se trata de un negocio creciente donde el primer actor de la cadena busca un lugar que cumpla dos condiciones, que exista un mineral comercial y que se pueda solicitar en concesión.

Incluso hay que gente que se especializa en buscar concesiones, a las que luego practican algunos cateos, es decir realiza excavaciones no muy profundas a fin de recoger muestras minerales que revelen la presencia de algún producto comercial. Estas personas no siempre explotan estos yacimientos, ya que el costo menos significativo es pedir la concesión al Ministerio de Energía y Minas.Pueden haber gastado unos pocos miles de dólares en explorar la zona, tomar las coordenadas UTM, estudiar el catastro minero, pedir la concesión y hacer exploraciones superficiales.

Antes de pretender explotar la concesión, hay otros costos más significativos, tales como convenir los derechos de superficie, es decir llegar a un acuerdo con los dueños de la tierra, asegurar la servidumbre de paso (los accesos), lograr una aprobación de los estudios o informes ambientales según sea el caso, llegar a acuerdos con las comunidades colindantes, hacer un prospección precisa de los yacimientos a fin de determinar las reservas y la forma en la que deben explotarse, asegurar la provisión de energía, agua, etc. Y finalmente lograr la autorización para iniciar la explotación. Y luego hay que invertir en caminos, maquinaria, tendidos eléctricos, personal, etc, etc.

Gracias a todas estas contingencias es posible encontrar una gama de oportunidades de inversión basadas en concesiones mineras a las cuales les faltan una serie de pasos, que por su costo no son atendidos por los propietarios, de tal forma que un inversionista puede comprar la concesión e invertir en los pasos siguientes, para luego venderla a quien realmente tiene el capital para explotarla.

Hay que decir que las oportunidades son tantas y tan variadas que habría que dedicar centenares de blog a  describir cada una, así que voy a tocar las principales. Las concesiones más clásicas son las de oro, no son las más abundante, y por lo general son explotadas rápidamente por sus dueños o mineros informales, se trata de un terreno complicado, por un lado porque los yacimientos de  placer (yacimientos en arena negra de río) o el oro en vetas son, relativamente, fáciles de explotar, por otro lado las comunidades tienden a pedir muchas cosas a las minas auríferas en la idea de que el oro es muy rentable, sin contar con que la explotación informal de oro puede atraer a la delincuencia. Por eso en el caso de las minas auríferas el factor social es el primero a analizar.

Caso distinto es el de las concesiones de hierro, se trata de un metal muy solicitado, pero muy barato, y cuyo precio esta definido en el puerto, por tanto mientras más lejos este yacimiento de algún puerto, menor será el "Precio en Cancha", además el material tienen que llegar al puerto molido o peletizado al menos con 62% de pureza, de tal forma que la cadena de transporte, y el punto donde este el molino, la magnetizadora, la zaranda y si es posible la peletizadora son muy importantes. Un punto adicional es que el hierro es para exportarlo a gran escala, es decir por buques, por tanto si el yacimiento no alcanza para producir al menos 28,000 tm. mensuales la producción se venderá a un exportador, probablemente en cancha y los margenes serán muy bajos. Por eso en los yacimientos de hierro importa la distancia al puerto, el tamaño de la reservas y  el contenido de hierro.

Otro caso es el de los yacimientos polimetálicos, cobre, plomo, plata, molibdeno, etc. etc. estos son los más abundantes, pueden ser explotados por medianos y grandes inversionistas mineros. Las medianas y pequeñas explotaciones polimetálicas llevan su material a las concentradoras y luego los venden a grandes acopiadores, recibiendo pago de acuerdo al contenido metálico del concentrado. En estas concesiones importan mucho el acceso al lugar, ya que la explotación requiere al menos de camiones y cargadores frontales,  en todos los casos es fundamental la apreciación de los ingenieros de minas sobre el costo que puede implicar la explotación del material de acuerdo a la presentación del yacimiento.

Finalmente las canteras nometálicas son otra oportunidad abundantes, y de ellas dos en particular, las de cal y las de roca decorativa, ambas dependen de la posibilidad de encadenar el yacimiento a su cadena industrial. Los depósitos de caliza tienen valor en tanto se puedan convertir fácilmente en oxido de cal y el consumidor no este muy lejos. En tanto que las rocas decorativas como el travertino, el alabastro, la serpetina, etc. para ser rentables tienen que llegar a los mercados nacionales e internacionales con la menor cantidad de desperdicios, es decir, cortados. De esta forma la proximidad a los centros industriales y a los mercados es un detalle principal.

Tomando estas anotaciones, solo resta preguntarse cuánto deberá invertir para poner el valor el yacimiento. Considere aspectos como los estudios geológicos, estudios ambientales, licencia social, permisos, ingeniería de caminos, estudios de mercado e incluso acuerdos comerciales y todo aquello que le permita elevar sustantivamente el precio de la concesión. Finalmente lo que importa es que el precio al que compre la concesión sea justo y le permita marginar los suficiente, para recuperar las inversiones adicionales que tenga que hacer.

Nuevamente, tenga suerte con sus futura inversiones.

andresescuderoc@gmail.com

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